domingo, 6 de mayo de 2012

Venus negra


«Jamás he visto cabeza humana más parecida a la de un mono»

“Venus Negra” (Venus noire) es una obra que se ha exhibido en muestras de cine, porque no es una película comercial, ni apta para todo público, sino para personas con criterio maduro, porque es sumamente cruel, pero a la vez valiosa por ser una denuncia contra el racismo y la misoginia. Es una producción francesa que fue rodada en 2010 por el director tunecino-francés Abdellatif Kechiche e interpretada magistralmente por la actriz cubana Yahima Torres.

«Jamás he visto cabeza humana más parecida a la de un mono». Con estas palabras, expresadas por el científico francés Georges Cuvier, comienza la historia, la cual se basa en un caso real del siglo XIX. Nos presenta la tragedia de una mujer africana llamada Saartjie, cuyo nombre cristiano fue Sarah Baartman; ésta fue llevada a Europa por su amo en 1810, cuando ella tenía veinte años de edad; fue llamada la “Venus Hotentote” y se le exhibió como un fenómeno de la naturaleza, debido a que tenía un cuerpo muy voluptuoso y rasgos faciales grotescos.

La película nos presenta la historia de Saartjie en tres etapas: la primera se desarrolla en Inglaterra donde ella es explotada por su amo como la atracción de un circo. Ahí sufre toda clase de vejaciones y maltratos, tanto de parte de su apoderado como de la gente que acude a verla. Unos hombres, defensores de la raza negra, intervienen para ayudarla y llevan su caso a la corte, pero Saartjie, manipulada por su amo, niega los cargos y continúa en su misma condición de “esclava libre”.

En la segunda etapa, Saartjie es llevada a la academia francesa de ciencia para que los estudiosos la examinen, pues quieren ver si ella tiene el llamado “mandil hotentote”, una deformación en su parte genital. Ahí es tratada como un animal raro y es avergonzada.

En la tercera y última parte de su vida, Saartjie es prostituida, primero entre los círculos aristocráticos depravados y después en un lupanar. En este lugar contrae una enfermedad venérea y muere en soledad a los veinticinco años de edad.

El epílogo de la película presenta a los científicos de la Academia francesa, quienes finalmente disponen del cadáver de Saartjie, la estudian y hacen una estatua que es un duplicado exacto de su anatomía. Se nos informa al final que el caso de Saartjie fue dado a conocer hasta la década de 1970; después, en 1994, el gobierno de Sudáfrica pidió a Francia que devolviera sus restos, lo cual se cumplió hasta 2002.

“Venus Negra” es lacerante y amarga, es una vergüenza para el género masculino y para el hombre blanco racista, pues vista con un ojo crítico, en esta película los hombres blancos son las bestias, los fenómenos de la naturaleza, y no Saartjie, quien sólo fue a Europa para conocer las monstruosidades que son capaces de cometer los hombres que se decían “cristianos y civilizados”. Que Dios nos libre de esta clase de “civilización”.

Venus noire
Abdellatif Kechiche, 2010, Francia-Bélgica
Con: Yanima Torres, Andre Jacobs, Olivier Gourmet
162 min.

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