lunes, 18 de junio de 2012

Ágora


SANTA HIPATIA DE ALEJANDRÍA

“Ágora”, de Alejandro Amenabar, tiene el atractivo de retratar un período de la historia poco abordado en el cine y rescatar la memoria de una mujer sabia de la antigüedad, pero reprueba al incluir elementos artísticos anacrónicos y, sobre todo, al distorsionar la historia que cuenta y el perfil de su personaje central.

Esta obra es el biopic de Hipatia de Alejandría (355-416), sabia alejandrina que incursionó en la filosofía, la astronomía y las matemáticas, hija del filósofo Teón. En la película se le presenta como una virgen que llegó a ser directora del museo de Alejandría, el cual fue destruido por los cristianos, y ella finalmente asesinada por éstos.

Ahora veamos algunas fallas artísticas e históricas que contiene:

La historia se desarrolla alrededor del año 391 d.C. en Alejandría, Egipto, pero en la película los romanos llevan vestuarios del siglo I. Además, en la ciudad aparece la escultura de la loba capitolina con Rómulo y Remo siendo amamantados, pero resulta que éstos fueron añadidos a la luperca hasta la época del Renacimiento…


“Ágora” también falla en los hechos que cuenta y los datos de su biografiada. La Biblioteca de Alejandría no fue quemada por los cristianos, como lo muestra la película, sino primero por Julio César en el siglo I, luego saqueada por Aureliano en el 273, y por Diocleciano en 297, y sus restos destruidos finalmente por los musulmanes en el siglo VII. Hasta donde se sabe sí hubo un saqueo ordenado por el emperador Teodosio I en el 391, pero fue debido a que en su interior se albergaba la estatua de Diocleciano. Amenabar señala que con la destrucción de la Biblioteca de Alejandría fueron destruidos 500 000 rollos, pero de acuerdo a Séneca fueron 40 000.


La película presenta a los cristianos como brutos, ignorantes e intolerantes, pero Amenabar pasó por alto, o deshonestamente ocultó, el hecho de que en esa época y en una ciudad cercana vivió uno de los cristianos más sabios e ilustres de toda la historia, nada menos que Agustín de Hipona (354-430).

En cuanto a Hipatia de Alejandría, esta mujer no fue atea ni anticristiana, como lo sugiere la película, sino creyente; y si no se casó, no fue por feminista, sino porque era una filósofa neoplatónica que despreciaba el cuerpo. Ella nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría y no murió siendo una joven, sino a la edad de 61 años. Y lo más importante, no fue asesinada por una conspiración del obispo Sinesio de Cirene, porque éste murió dos años antes que ella. Hipatia fue atacada por fanáticos alejandrinos quienes creían que era la culpable de que el prefecto Orestes y el obispo Cirilo no se pudieran reconciliar.


En fin, de “Ágora” creo que lo mejor es la actuación de la bellísima Rachel Weisz, la cual, sin embargo, no pudo salvar una película que naufraga en las aguas del anacronismo y la deshonestidad.

Ágora
Alejandro Amenábar, 2009, España
Con: Rachel Weisz, Max Minghella, Oscar Isaac, Rupert Evans
127 min.


(Agora - Trailer HD español:)