La más inteligente, sensual y
emblemática obra de Hitchcock
“Vértigo”, de Alfred Hitchcock, es para mí una de las
películas más hermosas que se han hecho, una obra de misterio inteligente,
llena de sensualidad y definitivamente emblemática. Sus protagonista son el
carismático James Stewart y la arrolladoramente bella Kim Novak, los dos están
fenomenales, muy en su papel, esta combinación de talentos, más una buena
historia y la dirección del mago del suspenso dieron como resultado una
margnífica obra de arte.
Vértigo es misterio inteligente, proyectado aquí en una
historia de obsesiones: un investigador privado (Stewart) es contratado para
seguirle los pasos a una hermosa mujer (Novak), la cual está obsesionada con la
muerte de una pariente suya, situación que genera un torbellino de conflictos
en un hombre que sufre de vértigo por las alturas y por la belleza de la mujer
que sigue. Pero la trama de esta cinta es todo menos simple, pues Hitchcock,
como era su costumbre, nos presenta un argumento muy bien elaborado que invita
al espectador a ir descubriendo, ordenando y colocando cada pieza en su lugar
al estilo de un juego de rompecabezas.
Vértigo es sensualidad, pero ésta es muy fina, porque no
recurre a desnudos innecesarios ni a vulgaridades, sin embargo, escenas como el
beso de los protagonistas en la Bahía de San Francisco, o la de Kim Novak
surgiendo de las sombras como una nueva mujer, considero que son de las más
excitantes que el cine ha producido.
Vértigo es emblemática, diversos elementos de esta película
han inspirado a cineastas posteriores y algunos de sus momentos más sublimes
hasta han sido reproducidos en otras cintas, como un homenaje al genio del
suspenso. Y es que ¿quién no quisiera emocionar a otros contando historias como
el señor Hitchcock lo hacía? Por todo esto y más, “Vértigo” en la historia del
cine y en nuestra mentes perdurará.
Vertigo
Alfred Hitchcock, 1958, EUA
Con: James Stewart, Kim Novak
120 min.
No hay comentarios:
Publicar un comentario