Pago de
deudas con libras de carne humana
“El mercader de Venecia”, de Michael Redford, es una hermosa interpretación de la obra homónima
de William Shakespeare, es una gran película que presenta las rivalidades que
existían entre cristianos y judíos en la época renacentista y la cual promueve
el valor de la vida.
Su historia está ambientada en Venecia en 1596, nos presenta el drama
sobre un comerciante cristiano y un prestamista judío, quienes son hostiles.
Aquél, para ayudar a un joven amigo a conquistar el amor de una mujer, pide al
judío un préstamo, ambos firman un convenio de que si no se le paga al acreedor
su dinero a tiempo, entonces el judío se cobrará con una libra de la carne del
mercader. La fecha se llega y el cristiano, por una quiebra económica, no puede
pagar su deuda; por lo que el judío, en una obsesión por cumplir la ley, lleva
al mercader a juicio para hacer efectivo su pagaré. En ese momento diversos
personajes y factores intervienen en el caso llevando las cosas a un final
inesperado.
Como ya mencioné, esta película transmite un gran mensaje moral porque
habla de valorar la vida; por medio de diálogos, más que por acciones, nos
lleva a replantearnos la ética religiosa, sea ésta judía o cristiana; más aún a
reconsiderar nuestras profundas motivaciones al establecer relaciones con
nuestro prójimo, en las cuales están de por medio intereses materiales.
Pero “El mercader de Venecia” es también una obra
cinematográfica de gran calidad artística, en la que destacan la fotografía, el
vestuario y la ambientación, pero sobre todo las actuaciones de los señorones
Al Pacino y Jeremy Irons, que están insuperables en sus respectivos papeles. Una
obra que hay que ver para creer.
The merchant of Venice
Michael Redford, 2004, EUA-Italia-RU
Con: Al Pacino, Jeremy Irons, Joseph Fiennes, Lynn Collins, Zuleika
Robinson
138 min.