¡VIVA CRISTO REY Y
MUERA LA REVOLUCIÓN!
“Cristiada” es una
película con más méritos artísticos que históricos, sin embargo, interesante por
representar el perenne conflicto que se da entre la religión y el estado laico,
cuando uno de los dos, o ambos lados, rayan en el fanatismo y la intolerancia.
Esta no es la primera
ni la mejor película que se ha hecho sobre la guerra cristera que sucedió en
México entre 1926 y 1929, ya otras han abordado este tema, como “Miércoles de ceniza”, de
Roberto Gavaldón (1958); “La
guerra santa”, de Carlos Enrique Taboada (1977); y más recientemente: “El padre Pro”, de Miguel Rico Tavera (2007) y “Desierto
adentro”, de Rodrigo Plá (2008).
Con un título menos
imaginativo que las anteriores, “Cristiada”, es la producción más ambiciosa de
todas; es, de hecho, la película mexicana más cara que se ha rodado hasta el
momento, con un presupuesto de 110 millones de pesos. Todo lo cual se refleja
en sus elementos artísticos: una buena dirección de Dean Wright, que debuta como
realizador después de haber ganado gran prestigio como diseñador de efectos
especiales (en un historial de películas verdaderamente impresionante: Titanic,
Sexto sentido, Estigma, El hombre bicentenario, El señor de los anillos y Crónicas
de Narnia, entre otras); una buena fotografía, buena ambientación y vestuario,
y un gran reparto actoral, con Andy García a la cabeza, seguido de Peter
O´toole, Rubén Blades, Catalina Sandino, Eva Longoria, Eduardo Verástegui y otros
más.
Pero si "Cristiada" descuella como
producción artística, no podemos decir lo mismo en cuanto a su credibilidad
histórica, tomando en cuenta que se ostenta como una “película histórica”, pues
su tratamiento es sumamente maniqueísta en el cual los cristeros aparecen como
los buenos y los civiles como los malos.
El argumento que
maneja es éste: el presidente Plutarco Elías Calles siguiendo el espíritu de la
revolución, y debemos suponer que sobre todo el de la reforma social
decimonónica, continúa la “limpieza” del país de la hegemonía de la iglesia
católica romana, la cual se erige como un obstáculo para la incipiente
república.
El presidente Calles
es el malo de la película, el mismísimo diablo que odia todo credo religioso
y en particular el romano, y quien en un ataque de rabia dicta severas medidas
contra los curas despojándolos de todos sus privilegios. Esta represión provoca
que el pueblo católico se levante en armas y resista a este “enemigo de Dios”.
Los protestatarios, más no protestantes, se levantan al grito de “¡Viva Cristo
Rey!”, razón por la cual se les llamó “cristeros”, y así, empuñando las armas
salieron a defender la santa iglesia católica romana que, creían, era parte de la identidad del auténtico mexicano.
La historia que nos
presenta la película “Cristiada” tiene un par de méritos: el darnos a conocer
el caso del general Enrique Gorostieta, un regiomontano presuntamente ateo que
decide prestar sus servicios y experiencia a la causa de los cristeros; también
el mostrarnos la brutalidad de algunos alzados, como Victoriano Ramírez,
apodado “El Catorce”, por haber dado muerte, él solo, a este número de soldados.
Pero esta producción adolece de varios errores históricos: el más importante es el hecho
de que el cierre de los templos católicos, que fue el detonador del alzamiento
cristero, no fue ordenado por el presidente Calles, sino por los mismos curas
católicos que de esta manera querían protestar contra el gobierno. Esta obra
también tiene varias imprecisiones sobre Enrique Gorostieta, su personaje principal. Según una entrevista realizada a uno de sus nietos, este general no
era ateo, sino creyente; éste no tenía dos hijas, sino tres hijos: dos varones y una niña; además, él nunca se entrevistó personalmente con el presidente Calles,
como lo presenta la película (periódico "El Norte", 17-mayo-2012, secc. "Gente", pág. 9).
En fin, hay cosas que cuesta trabajo aceptar al
ver esta cinta, por ejemplo, creer que Andy García es un mexicano
regiomontano, porque tiene una cara de cubano que no puede ocultar por más
maquillaje que le pongan. Pero más difícil es creer que la guerra cristera fue
por la defensa de la libertad y la fe, porque la verdad es que ocultaba
intereses menos piadosos, como la reposición del predominio católico en la
sociedad mexicana y su reafirmación como la única iglesia oficial de la nación,
cosa que ni el presidente Calles ni millones de mexicanos hoy estaríamos
dispuestos a aceptar, porque creemos que en las sociedades modernas lo que debe
imperar es la libertad, comenzando con la de pensamiento y religión.
CRISTIADA
Dean Wright, 2012,
México
Con: Andy García, Peter
O´toole, Rubén Blades, Catalina Sandino, Eva Longoria, Eduardo Verástegui
145 min.
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Clasificación: "B-15" (contiene varias escenas de violencia)
Mi voto: 7*
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Clasificación: "B-15" (contiene varias escenas de violencia)
Mi voto: 7*
(Cristiada Trailer HD español:)
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