SANTA HIPATIA DE
ALEJANDRÍA
“Ágora”, de Alejandro
Amenabar, tiene el atractivo de retratar un período de la historia poco
abordado en el cine y rescatar la memoria de una mujer sabia de la antigüedad,
pero reprueba al incluir elementos artísticos anacrónicos y, sobre todo, al
distorsionar la historia que cuenta y el perfil de su personaje central.
Esta obra es el biopic
de Hipatia de Alejandría (355-416), sabia alejandrina que incursionó en la
filosofía, la astronomía y las matemáticas, hija del filósofo Teón. En la
película se le presenta como una virgen que llegó a ser directora del museo de
Alejandría, el cual fue destruido por los cristianos, y ella finalmente
asesinada por éstos.
Ahora veamos algunas
fallas artísticas e históricas que contiene:
La historia se
desarrolla alrededor del año 391 d.C. en Alejandría, Egipto, pero en la
película los romanos llevan vestuarios del siglo I. Además, en la ciudad
aparece la escultura de la loba capitolina con Rómulo y Remo siendo
amamantados, pero resulta que éstos fueron añadidos a la luperca hasta la época
del Renacimiento…
“Ágora” también falla
en los hechos que cuenta y los datos de su biografiada. La Biblioteca de
Alejandría no fue quemada por los cristianos, como lo muestra la película, sino
primero por Julio César en el siglo I, luego saqueada por Aureliano en el 273,
y por Diocleciano en 297, y sus restos destruidos
finalmente por los musulmanes en el
siglo VII. Hasta donde se sabe sí hubo un saqueo ordenado por el emperador
Teodosio I en el 391, pero fue debido a que en su interior se albergaba la
estatua de Diocleciano. Amenabar señala que con la destrucción de la Biblioteca
de Alejandría fueron destruidos 500 000 rollos, pero de acuerdo a Séneca fueron
40 000.
La película presenta a
los cristianos como brutos, ignorantes e intolerantes, pero Amenabar pasó por
alto, o deshonestamente ocultó, el hecho de que en esa época y en una ciudad cercana
vivió uno de los cristianos más sabios e ilustres de toda la historia, nada
menos que Agustín de Hipona (354-430).
En cuanto a Hipatia de
Alejandría, esta mujer no fue atea ni anticristiana, como lo sugiere la
película, sino creyente; y si no se casó, no fue por feminista, sino porque era
una filósofa neoplatónica que despreciaba el cuerpo. Ella nunca fue directora
de la Biblioteca de Alejandría y no murió siendo una joven, sino a la edad de
61 años. Y lo más importante, no fue asesinada por una conspiración del obispo
Sinesio de Cirene, porque éste murió dos años antes que ella. Hipatia fue
atacada por fanáticos alejandrinos quienes creían que era la culpable de que el
prefecto Orestes y el obispo Cirilo no se pudieran reconciliar.
En fin, de “Ágora”
creo que lo mejor es la actuación de la bellísima Rachel Weisz, la cual, sin embargo,
no pudo salvar una película que naufraga en las aguas del anacronismo y la
deshonestidad.
Ágora
Alejandro Amenábar, 2009, España
Con: Rachel Weisz, Max Minghella, Oscar Isaac, Rupert Evans
127 min.
(Agora - Trailer HD español:)
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