HIDALGO: UN SANTO MUY MUNDANO
En 2010 con motivo del bicentenario de la Independencia de México se estrenó la película “Hidalgo: La historia jamás contada”; ésta presenta un retrato del cura Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811) muy diferente del que ofrece la historiografía oficial. En ella se muestra el lado humano, ¡y vaya que muy humano!, de este caudillo que suele envolverse en los libros de historia con un halo de santidad.
En 2010 con motivo del bicentenario de la Independencia de México se estrenó la película “Hidalgo: La historia jamás contada”; ésta presenta un retrato del cura Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811) muy diferente del que ofrece la historiografía oficial. En ella se muestra el lado humano, ¡y vaya que muy humano!, de este caudillo que suele envolverse en los libros de historia con un halo de santidad.
La película fue dirigida por Antonio Serrano, y el gran peso
del personaje recayó sobre el actor Demian Bichir, quien se desenvuelve muy
bien en su papel. La historia está ambientada entre 1767 y 1811, y nos presenta
tres pasiones que tuvo el cura Hidalgo: la cultura, la vida alegre y el
altruismo. Hidalgo fue un asiduo lector, se empapó de la literatura de los
libres pensadores europeos, y es posible que hasta leyera a uno que otro autor
protestante; de hecho, una de las acusaciones que se le llegaron a hacer fue
que era un “hereje luterano”. Lo cierto es que Hidalgo fue un enamorado de la
cultura, especialmente del teatro francés, a tal grado que el cura llegó a
montar obras del dramaturgo Moliere en teatros rurales mexicanos.
Su segunda pasión fue la vida bohemia, incluido su ojo alegre
por las mujeres y su afición al vino. No es secreto que Hidalgo tuvo mujer e
hijos, pero más desconocido era el hecho de que también tuvo amoríos con otras
damas; precisamente en esta cinta se retratan sus amoríos con una dama de
sociedad, que representa la bella actriz Ana de la Reguera.
Su tercera pasión fue su interés por ayudar al prójimo, lo
cual le llevó a mirar con ojos de compasión la miseria y el sufrimiento de los
mexicanos, quienes eran vilmente dominados por los europeos. En esta faceta,
Hidalgo se nos revela como el primer teólogo de la liberación en Latinoamérica,
pues fue un sacerdote comprometido con las causas sociales, con ayudar a los
pobres y desamparados. Es posible que su pasión por la libertad le viniera de
sus lecturas de autores europeos, pero muy seguramente también le vino de una
profunda reflexión en el Evangelio de Jesucristo, el cual convoca a todos los
hombres a vivir en libertad.
HIDALGO
Antonio Serrano,
2010, México
Con: Demián
Bichir, Ana de la Reguera, Miguel Rodarte, Raúl Méndez
115 min.
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