Diversas películas se han ocupado de los
ángeles, unas de gran calidad y otras para llorar. Las mejores son las del
cineasta alemán Wim Wenders: “Las alas
del deseo” (1987) y “Tan lejos, tan cerca”
(1993), ambas fantasean sobre el posible deseo de los seres celestiales de
convertise en terrenales.
Una versión
gringa inspirada en Winders es “El ángel enamorado”, de
Brad Silberling (1998). Es un chick
flick, aunque tiene una hermosa escena al final, en la que el ángel dice que
valió la pena el riesgo de convertirse en un hombre con tal de conocer el amor.
Pero una cinta que desconcierta por
grotesca es “Legion”, de Scott Charles Stewart
(2009), la cual combina la ciencia ficción con los ángeles, seres éstos
que ahora se defienden a patadas, con armas de fuego y haciendo trampas dignas
de los más astutos mafiosos.
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