sábado, 5 de mayo de 2012

Oliver Twist


Gran película con mensaje redentor

“Oliver Twist” es arte, dramatismo y redención. Se trata de la versión de Roman Polanski a la clásica novela de Charles Dickens. Es sumamente artística porque se basa en una buena obra de la literatura, fue dirigida por un gran director, con un buen reparto y con una espléndida fotografía inspirada en los grabados del pintor inglés William Turner.

Sin entrar en muchos detalles, sólo diré que es una historia que se sitúa en el Londres del siglo XIX, la cual presenta el drama de un niño huérfano que es rechazado por la sociedad y va a parar con una pandilla de ladrones liderada por un astuto anciano. Después, un caballero intenta adoptarlo, pero los antiguos camaradas del chico lo secuestran para realizar un robo mayor, lo que provoca una concatenación de eventos trágicos.

Es una historia de redención porque nos muestra que una persona a pesar de las malas influencias y los malos hábitos, en una palabra, del pecado, puede ser rescatada, regenerada y alcanzar una gran fuerza para amar y perdonar.

Cierto crítico dijo que Oliver Twist es una película con niños, pero no es para niños, yo creo que aunque la cinta tiene cierta dosis de violencia, es una película para ver con los chicos, porque les ayuda a conocer los sufrimientos de los niños desamparados, el peligro de la delincuencia y por contraste, el camino del bien y el poder del amor.

Oliver Twist
Roman Polanski, 2005, RU-República Checa-Francia-Italia
Con: Barney Clark, Ben Kingsley, Edward Hardwicke, Leanne Rowe
130 min.



El retrato de Dorian Gray


Aterradora pintura del alma humana

“El retrato de Dorian Gray”, de Oliver Parker, es una película elegante, aterradora y arquetípica, una nueva y bien resuelta versión del clásico cuento de Oscar Wilde. Su historia se desarrolla en la Inglaterra victoriana y nos presenta la tragedia de un joven aristócrata, muy apuesto, quien es la admiración de las damas y la envidia de sus congéneres. La película trabaja muy bien la ambientación de la época con elegantes vestuarios y decorados muy finos, pero la excelente fotografía y sobre todo la gran actuación de los protagonistas: Ben Barnes, Ben Chaplin y Colin Firth hacen que la obra no se quede anquilosada en el pasado, sino que mueva a buen ritmo y se perciba muy actual.

Pero lo que realmente hace interesante la obra es la aterradora historia inventada por Wilde: Dorian Gray es un caballero que busca inmortalizar su juventud y belleza, para ello contrata a un pintor, quien hace un fiel retrato de su figura; pero un mal amigo incita a Dorian a ir más allá, le dice que puede preservar sus atributos de forma permanente en su propia persona, que sólo tiene que desearlo ardientemente y solicitarlo al siniestro poder que domina los pecados de la carne, el reino de las apariencias. Dorian Gray se decide, se arriesga, lo apuesta todo, y todo lo que tiene es su alma, su ego lleno de vanidad y narcisismo. El trato es simple: Dorian Gray sí envejecerá, pero no en la carne, sino en el cuadro fatídico que compró, éste permanecerá oculto, velado, mientras Dorian Gray disfruta sin medida de su juventud y hermosura en una vorágine de pansexualismo y hedonismo.

Wilde tuvo la genialidad de inventar un arquetipo espiritual del ser humano, en realidad él es el pintor que retrata con maestría el alma humana, porque en su personaje Dorian Gray nos vemos reflejados todos los hombres, quienes oculta o abiertamente albergamos la vanidad, sea ésta de la juventud, la belleza o el poder, y vendemos nuestras almas al pecado para disfrutar momentos fugaces de actos hedonistas, carnales y hasta bestiales, instantes en los que nos creemos eternos, fuertes y divinos; pero después de aquella crápula inmoral desvelamos el retrato de nuestro verdadero yo, en el cual nos vemos feos y decrépitos, pues el pecado se ha cobrado inexorablemente la factura.

No sé si la intención de Wilde fue moralista, o si incoscientemente actuó como un profeta, pero lo cierto es que su parábola es una poderosa advertencia para no vendernos al mal, el cual siempre paga con la muerte, sino cuidar lo más preciado que tenemos, que es nuestra alma. Al menos yo así entendí el cuento de Oscar Wilde, desde la primera vez que lo leí cuando era niño, y la película de Oliver Parker me lo ha venido a recordar.

Dorian Gray
Oliver Parker, 2009, EUA-RU
Con: Ben Barnes, Colin Firth, Ben Chaplin, Caroline Goodall
112 min.



Prueba de fe


Ciencia ficción religiosa

“Prueba de Fe” (The reaping) entra dentro de la categoría que yo llamo “ciencia ficción religiosa”, si es que se puede usar ese término, o sea el desarrollo de un tema bíblico desde el enfoque y el estilo de la ciencia ficción. Esta película fue dirigida por Stephen Hopkins y es protagonizada por la talentosa Hilary Swank y la encantadora Annasophia Robb; su historia trata ni más ni menos que de las diez plagas del éxodo bíblico, pero en la época actual y en un poblado de Estados Unidos (¿por qué todo tiene que suceder en ese país…?) La bella Swank interpreta a “Katherine”, una científica atea, que anteriormente había sido una misionera católica, pero perdió su fe; ella no cree en los milagros y siempre encuentra una explicación racional para ellos, de hecho expresa que “el único milagro es que la gente siga creyendo en los milagros”. Cierto día, Katherine es llamada a investigar un caso muy especial, en un pueblo llamado “Haven” están sucediendo cosas muy extrañas: el río se ha convertido en sangre y los pobladores temen que detrás de esa señal vengan las otras nueve plagas bíblicas.

Con este argumento, la verdad es que no hay muchas sorpresas que esperar en esta película, los únicos cuestionamientos son saber si esos actos son en verdad un castigo divino, descubrir quiénes son los culpables de tal calamidad y saber de qué lado están los protagonistas, si del bien o del mal.

Me parece que “The reaping” tiene el único atractivo de tratar un tema bíblico aplicado a nuestro tiempo con la maquinaria de Hollywood, lo cual despierta la curiosidad de ver los efectos especiales que una película de este género conlleva; tiene también la singularidad de haber motivado la producción de otras cintas similares, de ciencia ficción religiosa, como “Legion” (2010), sobre seres celestiales que se pelean a balazos, y “The Book of Eli” (2010), que es más interesante que las otras dos, porque trata sobre la supervivencia de la Biblia en un mundo futuro, aunque también en medio de armas explosivas.

Así que si quieres entretenerte un rato, compra palomitas de maíz y siéntate a ver este bodrio hollywoodesco, aunque te advierto que con algunas escenas no querrás seguir comiendo tu botana…

The Reaping
Stephen Hopkins, 2007, EUA
Con: Hilary Swank, David Morrissey, Stephen Rea
99 min.



Vertigo


La más inteligente, sensual y emblemática obra de Hitchcock

“Vértigo”, de Alfred Hitchcock, es para mí una de las películas más hermosas que se han hecho, una obra de misterio inteligente, llena de sensualidad y definitivamente emblemática. Sus protagonista son el carismático James Stewart y la arrolladoramente bella Kim Novak, los dos están fenomenales, muy en su papel, esta combinación de talentos, más una buena historia y la dirección del mago del suspenso dieron como resultado una margnífica obra de arte.

Vértigo es misterio inteligente, proyectado aquí en una historia de obsesiones: un investigador privado (Stewart) es contratado para seguirle los pasos a una hermosa mujer (Novak), la cual está obsesionada con la muerte de una pariente suya, situación que genera un torbellino de conflictos en un hombre que sufre de vértigo por las alturas y por la belleza de la mujer que sigue. Pero la trama de esta cinta es todo menos simple, pues Hitchcock, como era su costumbre, nos presenta un argumento muy bien elaborado que invita al espectador a ir descubriendo, ordenando y colocando cada pieza en su lugar al estilo de un juego de rompecabezas.

Vértigo es sensualidad, pero ésta es muy fina, porque no recurre a desnudos innecesarios ni a vulgaridades, sin embargo, escenas como el beso de los protagonistas en la Bahía de San Francisco, o la de Kim Novak surgiendo de las sombras como una nueva mujer, considero que son de las más excitantes que el cine ha producido.

Vértigo es emblemática, diversos elementos de esta película han inspirado a cineastas posteriores y algunos de sus momentos más sublimes hasta han sido reproducidos en otras cintas, como un homenaje al genio del suspenso. Y es que ¿quién no quisiera emocionar a otros contando historias como el señor Hitchcock lo hacía? Por todo esto y más, “Vértigo” en la historia del cine y en nuestra mentes perdurará.

Vertigo
Alfred Hitchcock, 1958, EUA
Con: James Stewart, Kim Novak
120 min.



La pasión de Cristo


Reacciones al “evangelio” gore de Gibson

No es sorprendente que la versión más violenta de la vida de Cristo provenga de la lente del cineasta australiano Mel Gibson, quien se hizo famoso por actuar y dirigir películas de estilo gore, lo que sí sorprende son las reacciones que provocó alrededor del mundo. Aquí comparto algunas que tuvieron lugar entre el público mexicano.

La primera fue que mucha gente iba al cine esperando ver la linda cara de Mel Gibson y pues nada, pasaban los minutos y no aparecía el famoso actor; hasta que se enteraban de que Gibson no actuaba en la película, sino que sólo la dirigía. Bueno, la verdad es que sí tiene un discreto Cameo: las manos de Jesús que están siendo clavadas en la cruz, son precisamente las de Mel.

Otra reacción fue los problemas con la censura, porque en México la película fue clasificada para un público adulto debido a su extrema violencia. El caso es que en los cines se presentaban familias con niños esperando a que se les dejara entrar, puesto que era una “película bíblica”, y se encontraban con un rechazo total o bien con la advertencia de que entrarían bajo su propio riesgo.

Pero tal vez lo más sorprendente fue las reacciones emocionales y hasta místicas que muchos espectadores vivieron en las salas de cine: unos lloraban, otros se desmayaban y otros hasta se levantaban a evangelizar a los espectadores.

Por mi parte puedo decir que a mí me causó estupor, normalmente las películas bíblicas me hacen reflexionar en su mensaje o admirar sus elementos artísticos, pero “La Pasión de Cristo” me golpeó y me aplastó, y no es que me asuste la violencia en el cine, porque hay películas más sangrientas y crueles que ésta, pero es que la versión de Gibson parece que sólo exhibe a Jesús para aporrearlo, que apuesta sólo al dolor y al suplicio, que predica la fe por medio del sufrimiento, y lo peor es que nunca explica las razones de tal sacrificio. Muchos de nosotros las conocemos, pero no así un público ajeno al cristianismo. Además, me parece que esta cinta transmite poca esperanza al espectador, a no ser por la instantánea final de la resurrección, que tal vez algunos ni vieron porque viene después de un cuadro negro que parece poner fin a la película.

Todos estos aspectos, sin embargo, posteriormente los entendí, cuando leí que la película de Gibson se había inspirado, no en la Biblia, esto ya lo sabía, sino en las visiones de una monja alemana del siglo XVIII: Ana Catalina Emmerick, la cual dijo haber tenido revelaciones de los sufrimientos de Jesús.

De “La Pasión de Cristo” sólo me quedo con unas cuantas escenas: el arresto de Cristo, el diálogo de Jesús con su madre, y la penitente Magdalena llorando a los pies de Jesús. La escena de Jesús crucificado se me hace la imagen más impresionante de la cristología artística, me es difícil contemplarla, aunque tal vez así pudo ser en realidad, pero creo que es muy cruel y sólo tiene parangón con los retablos del pintor protestante Matthias Grunewald del siglo XVI.

The Passion of the Christ
Mel Gibson, 2004, EUA
Con: James Caviezel, Monica Bellucci, Maia Morgenstern
126 min.



99 minutos en el cielo


“Oh my God” de Peter Rodger

Esta película apareció en México con el título: “99 minutos en el Cielo”, extraño título porque la cinta no dura 99 minutos ni se desarrolla en el cielo, pero ésta es una frase que por aproximación hace referencia a un documental de casi hora y media que trata sobre las creencias religiosas alrededor del mundo; su eslogan no puede ser más cautivador: “Filmada por un cineasta, durante 3 años, en 23 países, con una sola pregunta: ¿Qué es Dios?”

Este trabajo fue dirigido por Peter Rodger, quien dio como resultado una obra de gran calidad, un verdadero deleite para el espíritu. Rodger recorrió el mundo entrevistando a personas comunes y famosas acerca de su fe en Dios, y las repuestas que encontró son de lo más interesante que uno se pueda imaginar, unas conmueven y otras asustan: “Dios es paz… guerra… opresión… terrorismo… pobreza…”

Algunas buenas frases vienen de personajes famosos, como el actor Hugh Jackman, quien dice que a Dios “no se le puede expresar en palabras”, o el ex-beatle Ringo Starr, quien simplemente expresa: “Dios es amor”.

También me llamó la atención lo que cuenta el ilusionista David Copperfield, dice que hace algunos años un hombre se le acercó y le dijo: “cura a mi hijo, por favor, soy muy rico y… necesito que lo cures”. Copperfield le explicó que él era tan sólo un ilusionista y no podía hacer tal cosa. Pero el hombre insistió diciéndole que él creía que podía sanarlo. David dice que si él hubiera vivido en otra época, tal vez se habría sentido tentado a usar su habilidad para crear su propia religión…

En esta película también aparecen fanáticos de diversas religiones, un musulmán dice que los judíos y cristianos arderán en el infierno, aunque cuando el director le pregunta dónde el Corán dice eso, el religioso tiene problemas para encontrar la cita, y cuando la encuentra la interpreta mal. Por otro lado, aparece el escritor evangélico Tim La Haye, quien dice que él ama a los musulmanes, pero no quiere uno cerca de su casa, porque teme que le ponga una bomba…

Es de locos también la entrevista que se le hace a una mujer cristiana, vendedora de armas, la cual presenta el plan de salvación entre metralletas, pistolas y cuernos de chivo.

Pero de todos los momentos de esta espléndida cinta, me quedo con la que me parece la más espiritual: la visita al rabino Menachem Froman, quien se ha hecho famoso por sus trabajos en pro de la reconciliación entre judíos y musulmanes; aquí aparece abrazando a su gran amigo el líder musulmán Ibrahim Abulhawa, como una muestra para todo el mundo, que las diferencias religiosas no son impedimentos para el amor, la paz y la unidad.

Bueno, pues para que no desentone vaya una calificación de “9” para “99 minutos en el Cielo” (Oh my God), cuyo autor termina diciendo que él no da conclusiones, él sólo lanza la pregunta: ¿Quién es Dios? Y a cada uno de nosotros nos toca contestar. Por mi parte, digo “amén” a la declaración del legendario Ringo Starr.

Oh my God
Peter Rodger, 2009, EUA
85 min.

99 Minutos en el Cielo - Trailer:


Mandingo


Intenso drama como un juego de ajedrez

“Mandingo” es una película que deja con la boca abierta, porque aborda de manera brutal un tema de por sí estremecedor: la crueldad del esclavismo norteamericano. El drama se sitúa en 1840 en el sur de los Estados Unidos: un campesino acaudalado posee un gran número de esclavos a quienes trata como animales, entre ellos tiene una mujer “mandingo”, que es supuestamente la raza más fina de negros africanos; la muchacha está en edad de reproducirse, pero el amo no puede “cruzarla” con cualquier negro, sino únicamente con uno de su raza; para lograr su propósito, el esclavista envía a su hijo a un pueblo cercano encontrar al “macho mandingo”; el hijo obedece, pero en su camino se atraviesa una hermosa negra que lo cautiva. Todo esto se convierte en un intenso drama que se parece a un complejo juego de ajedrez, en donde a veces las piezas blancas avanzan, hacen trampas y capturan piezas negras, pero cuyos movimientos los van poniendo inevitablemente en una posición cada vez más riesgosa, sin que ningún espectador de este maldito juego de pecados (racismo, violencia, adulterio, crimen…), en el cual se apuesta la vida, pueda saber quién ganará al final.

Mi evaluación para “Mandingo” es de 9, por lo que está dentro de mi lista de dramas favoritos; pero investigando sobre ella, quedé sorprendido al saber que les pasó de largo a los críticos de la Academia de los Óscar, pues no recibió ya no digamos premio alguno, sino ni siquiera una nominación. Pero bueno, así suelen ser las cosas en el mundo del arte, en donde nos movemos en el área de la subjetividad, aunque cuando se abordan temas como el de esta película: la esclavitud, uno no puede menos que pensar que también influye la idiosincracia de la sociedad norteamericana, la cual parece no haberse desprendido aún del todo de una mentalidad soberbia y racista.

Mandingo
Richard Fleischer, 1975, EUA
Con: James Mason, Perry King, Susan George
131 min.

Pídele al tiempo que vuelva


Cinta que escurre litros de miel

Soy un romántico empedernido y no lo puedo evitar, así que en mi lista de dramas románticos favoritos está “Pídele al tiempo que vuelva” (Somewhere in time). Esta película me gusta mucho porque escurre miel por todos lados, pero sobre todo porque combina con gran calidad y maestría romance, drama, ficción e historia.

El argumento es tan bueno que no lo voy a contar, sólo diré cuál es el gancho de la historia: en 1972 un apuesto dramaturgo está en una reunión de amigos, en eso se acerca a él una elegante y desconocida anciana, la cual le dice: “Vuelve a mí”, el hombre se queda perturbado y sin palabras. Tiempo después, al visitar la galería de un hotel, descubre el retrato antiguo de una hermosa mujer, queda cautivado por su imagen, comienza a investigar sobre ella y descubre que es la misma dama misteriosa que le pidió volver a su encuentro, la cual vivió su juventud a principios del s. XX; ahora su desafío será cómo viajar al pasado y encontrarse con ella. ¡Uff, sólo de recordar esta historia me vuelvo a emocionar!

Esta hermosa película fue dirigida por Jeannot Szwarc en 1980 y fue protagonizada por el superman Christopher Reeve, quien en su época de auge fue considerado el hombre más guapo de EU, y por la bellísima Jane Seymour, famosa años después por la serie “Dra. Quinn”. “En algún lugar del tiempo” es una obra de arte: los decorados y el vestuario son excelentes, de hecho fue nominada al Óscar precisamente en esta segunda categoría; pero indudablemente entre sus mejores atributos está su pista musical compuesta por John Barry, una de las melodías más nostálgicas que se hayan hecho, pero de una belleza insuperable.

Yo vi esta película hace muchos años, cuando era adolescente, cuando uno sueña con el amor; tanto me gustó que hasta quise vestirme como el personaje de esta historia, pero sobre todo quise enamorarme como lo hace él. ¿Y quién no ha suspirado por una persona con tal sólo ver su fotografía, aún cuando sabemos que ese amor es inalcanzable, por lejano, por distante? “En algún lugar del tiempo” nos hace volar con sus protagonistas, pero también nos hace regresar al mundo real y valorar a la persona amada que tenemos a nuestro lado, agradecer que no vivió en otra época, ni en otra latitud, sino en el “aquí y ahora” para compartir con nosotros, y hacer posible, una verdadera historia de amor, de nuestro amor… Y ya no le sigo, porque si no los voy a empalagar…

Somewhere in time
Jeannot Szwarc, 1980, EUA
Con: Christopher Reeve, Jane Seymour. Christopher Plummer
104 min.

En algún lugar del tiempo - Trailer:


Miércoles de ceniza


GRAN DRAMA RELIGIOSO DEL CINE MEXICANO


"Miércoles de ceniza”, dirigida por el gran director Roberto Gavaldón, es para mí una de las mejores películas del cine mexicano, un buen drama de profundas connotaciones espirituales. Su argumento es muy inteligente, el cual, por lo mismo, no voy a contar, sólo me limitaré a plantear el problema: la historia está ambientada en la década de 1920 en México, una mujer (María Félix) es violada por un sacerdote católico y a partir de esa experiencia se vuelve enemiga de la religión, especialmente de los curas, así que presta sus servicios al gobierno para combatir a los cristeros y acabar con la religión. Pero un galán (Arturo de Córdova), profundamente católico, se atraviesa en su vida y despierta en ella emociones encontradas que pondrán en jaque muchas de sus creencias, fobias y prejuicios.

No puedo hablar más, vale la pena ver esta gran obra y reflexionar en su mensaje. Algunas personas la han descalificado diciendo que es una película con intención política y religiosa para cuestionar las medidas del entonces presidente Plutarco Elías Calles, puede que así sea, pero cualquier observador sensible descubrirá que en el centro de esta historia hay un gran mensaje espiritual.

MIÉRCOLES DE CENIZA
Roberto Gavaldón, 1958, México
Con: María Félix, Arturo de Córdova, Víctor Junco, Rodolfo Landa, Andrea Palma
100 min. B&N